Dentistas

Además de una población informada, que conozca los factores de riesgo y las señales de alarma del cáncer oral, la comunidad dental es la primera línea de defensa en la detección temprana de la enfermedad. En la actualidad, hay más de 40.000 dentistas en España. En base a los datos del Observatorio de Salud Oral Español (OSOE) cada dentista atiende, en promedio, unos 8-9 pacientes al día. Los datos del Libro Blanco sobre Salud Oral confirman que el 50% de la población española visita al dentista anualmente. El solo hecho de realizar exámenes de detección de cáncer «oportunistas» de la población de pacientes que visita una clínica dental todos los días, brindaría millones de oportunidades para detectar el cáncer oral en sus primeras etapas.

Uno de nuestros objetivos es iniciar un esfuerzo dentro de la comunidad dental para que se evalúe de manera sistemática a todos los pacientes que visitan nuestras clínicas. Al mismo tiempo, lanzamos esta campaña de concienciación pública, destinada a sensibilizar al público sobre el cáncer oral, sus señales de alarma y factores de riesgo, y a educar sobre la necesidad de un examen anual de detección de esta patología. El colectivo de dentistas debe asumir este papel de liderazgo si se quiere eliminar al cáncer oral, de su alta clasificación como asesino.

Los estudios publicados en Estados Unidos muestran que, en la actualidad, menos del 15-25% de los que visitan a un dentista afirman haber tenido un examen de detección de cáncer oral y una explicación sobre el mismo.

El diagnóstico inicial de «cáncer» tiene un impacto enorme en el futuro de un paciente, cambiando su vida para siempre.

Desde el diagnóstico hasta que recibe su debido tratamiento, cada miembro del equipo dental juega un papel vital y puede tener influencia positiva en la calidad de vida del paciente. Por eso, el manejo integral del paciente es clave, no solamente en el momento de la derivación, sino antes, durante y después del tratamiento de su cáncer. Este enfoque integral es fundamental para poder prestar la asistencia más eficaz posible.

Desde el punto de vista del dentista, se pueden establecer 3 fases muy importantes.

1. Detección y referencia a centro especializado
2. Intervención dental
3. Cuidados peri y postratamiento del cáncer

Detección y referencia

El dentista es a menudo el primer sanitario en detectar signos de cáncer oral. En comparación con muchos otros sitios, la cavidad bucal es fácilmente accesible para un examen minucioso. La piedra angular de la detección precoz incluye exámenes regulares de cáncer oral en cada visita, junto con una historia clínica minuciosa para detectar cualquier factor de riesgo que el paciente pueda tener y que lo predisponga al cáncer oral. La detección temprana del cáncer oral es fundamental. La etapa en la que se diagnostica el cáncer tiene un impacto significativo en las posibilidades de supervivencia y reduce la morbilidad.

Intervención dental

Una vez confirmado el diagnóstico de cáncer oral, el asesoramiento y las intervenciones dentales son muy importantes. Debe incluir la planificación adecuada de los tratamientos restauradores necesarios, la atracción de los dientes de pronóstico dudoso lo antes posible, y brindar asesoramiento y tratamiento preventivo. Por lo tanto, el dentista debe asegurarse de que el paciente esté estable desde el punto de vista dental mientras se somete al tratamiento del cáncer. Esto significa asegurarse de que el paciente pueda mantener una cavidad bucal sana y rehabilitarse después del tratamiento. Conviene valorar la prescripción de pasta fluorada de alta concentración (5.000 ppm) así como la aplicación trimestral de barniz de flúor.

Cuidados peri y postratamiento

Someterse a un tratamiento oncológico en cabeza y cuello puede implicar radioterapia, quimioterapia y cirugía. Estos conllevan una serie de efectos secundarios orales tanto a corto como a largo plazo. Entre los más importantes se encuentran la xerostomía, el riesgo de osteoradionecrosis, mucositis y trismo. Todos estos aspectos deben ser considerados en los cuidados peri y postratamiento del cáncer oral, para prevenirlos o tratarlos, así como la necesidad de rehabilitación, que suele ser muy habitual.

En cualquier programa de cribado del cáncer es importante definir la población que se va a cribar. Sin embargo, limitar el cribado solamente a la población de riesgo, conlleva dejar fuera del mismo a aquellos que no reúnen los criterios de riesgo predeterminados. Esto es especialmente importante en el caso del cáncer oral. La adición del VPH como factor de riesgo de cáncer oral ha dificultado, si no imposibilitado, definir fácilmente a las personas de alto riesgo. El cribado masivo oportunista es la única opción viable para diagnosticar al cáncer oral en etapas precancerosas.

El cáncer oral es un cáncer ideal para el diagnóstico precoz mediante exámenes de detección. Con frecuencia está precedido por una lesión premaligna identificable y la progresión de la displasia ocurre durante un período de 2,5 a 8 años.

Básicamente, son 3 las acciones que debemos realizar con relación a la lucha contra el cáncer oral:

Informar y educar: a todos nuestros pacientes, muy especialmente a partir de los 40 años de edad, se debe informar y educar sobre las señales de alarma del cáncer oral y sus factores de riesgo. Asimismo, debe educarse al paciente sobre la técnica de autoexploración bucal, señalándole su relevancia.

Detectar de forma precoz: realizando una adecuada y sistemática exploración, tanto intra como extraoral, buscando posibles signos compatibles con lesiones premalignas o con el cáncer oral. Valorar la pertinencia de realizar una biopsia oral.

Referir al paciente a un centro especializado si es necesario.